Disfruto tejiendo calcetines.
Son proyectos cortos y útiles.
Aunque queden feos, te los pones y no se ven.
Dan calor.
Son la pieza suficientemente básica como para tejerla sin un alto grado de concentración, aunque no aburren, porque también resulta entretenido combinar aumentos, disminuciones, canalé, o según requiera el patrón.
Y qué emoción cuando acabas el talón y te diriges hacia la punta, veloz, con la satisfacción de ver que el "tubito" se convirtió en calcetín.
ai estoy contigo.... estoy tejiendo unos para mi marido y luego tengo los swapetines!!!
ResponderEliminaryo ahora los tejo desde la punta hacia arriba y dos a la vez en unaaguja circular, es fantastico terminar los 2 a la vez!!
Yo de momento los tejo de arriba hacia abajo, aunque tengo el reto de aprender desde la punta, quizás pronto, y lo de hacerlos en una aguja, no me aclaro mucho. He comprado un libro que enseña cómo se hace, a ver si me ayuda!
ResponderEliminarUn saludo!
Para mí son una asignatura pendiente. La verdad es que nunca había tenido la necesidad de hacer unos pero ahora que estoy en Suecia creo que mis pies agradecerían unos bonitos calcetines de lana, no sólo por el frío, sino también por la costumbre de descalzarse cuando llegas a casa de alguien...
ResponderEliminarLos tuyos se ven muy bonitos, cuando yo haga unos saldrán un churro que no veas!!!
Que ganas tengo de empezar a tejer calcetines en cuanto termine todo lo que tengo por medio me pongo a ello.
ResponderEliminarMe hago seguidora tuya.
¿No te parece buena idea poner las etiquetas de entradas?, es mucho más cómodo para ver las antiguas.
Un saludo y te dejo mi dirección por si te apetece hacerme una visita.
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